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21.09.2020
28.12.2020
En el día de hoy el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es uno de los trastornos del sistema nervioso. El tratamiento de los pacientes con esta enfermedad es uno de los problemas actuales de la neurología y psiquiatría infantil.
Los rasgos mencionados describen el comportamiento de los pacientes adultos con TDAH en la vida personal y social. A pesar de que muchos de los pacientes no suelen tener trastornos cognitivos, pueden tener problemas a la hora de obtener logros académicos o una educación.
Los trastornos neurológicos se basan en causas neurológicas que aparecen en edad infantil en su mayoría antes de ir al colegio e influyen en el crecimiento social, personal, académico y profesional. Suelen estar reacionados con las dificultades de obtener ciertas habilidades y la posibilidad de conservarlas.
Los trastornos del desarrollo neuropsicológico pueden incluir problemas con concentración, percepción de la información, probemas con la memoria, la imposibilidad de resolver problemas y dificultades a la hora de interacción social.
Otros trastornos comunes del sistema nervioso incluyen trastornos del espectro autista, dificultad del aprendizaje y el retraso mental.
Tipos de TDAH
Se distinguen 3 tipos de TDAH principales:
TDAH no tiene unas causas especialmente destacadas. Las posibles causas de la enfermedad son factores genéticos, bioquímicos, fisoológicos, sensomotores y del comportamiento.
En el factor de riesgo se añaden los bebés nacidos con el peso menor de 1,5 kg, con traumas de la cabeza, con déficit de hierro, con apnea del sueño obstructiva, o por causa de la influencia prenatal del alcohol, tabaco o cocaina. Menos de 5 % de los niños con TDAH tienen características de los daños neurológicos.
La enfermedad del trastorno por déficit de atención se conserva en 3-6% de la población de las personas adultas. Se considera que en edad adulta TDAH debido a ser un trastorno del sistema nervioso es imposibe su desarrollo primario.
Para evaluar TDAH en adultos se han diseñado unos criterios especiales. Según estos criterios, el comportamiento de los pacientes adultos en la edad infantil en retrospectiva tiene que corresponder a los criterios de DSM-IV para TDAH de la edad infantil y en edad adulta a los dos primeros criterios de la lista y no menos que a otros dos entre los 3 y 7.
Estos criterios incluyen:
1. movimiento activo contante;
2. problemas con la concentración;
3. labilidad emocional;
4. incapacidad de terminar las tareas;
5. irascibilidad;
6. imposibilidad de enfrentarse al estrés;
7. caracter impulsivo.
El trastorno por déficit de atención con hiperactividad es un problema social que para las personas adultas puede causar mucha incomodidad a la hora de adaptarse en el medio social. A pesar de que el diagnosticar TDAH se puede hasta el periodo de adolescencia o incluso en edad adulta, en la mayoría de los casos los síntomas principales aparecen hasta los 12 años.
Los síntomas de TDAH en adultos son:
Los estudios clínicos muestran que en la mayoría de los casos la enfermedad aparece hasta los 4 años y no tiene cambios hasta los 12. El trastorno por déficit de atención con hiperactividad suele diagnosticarse en la mayoría de los casos cuando los niños llegan a la edad de 8-10 años, aunque los pacientes que tienen el tipo de trastorno predominantemente distraido pueden obtener su diagnosis sólo en edad de adolescencia.
Los síntomas y rasgos principales de TDAH:
Distracción.
Se puede observarla cuando el niño está haciendo las tareas que requieren concentración, reacción rápida, percepción visual y atención contante.
Impulsividad.
Cuando los niños hacen unas acciones rápidas sin pensar en las consecuencias (por ejemplo atraviesan la carretera sin mirar, o tales ejemplos más serios como dejar el colegio o trabajo sin pensar en las consecuencias).
Hiperactividad.
Consiste en actividad motora excesiva.
Es muy importante diagnosticar la enfermedad lo antes posible y empezar el tratamiento ya que el síndrome puede limitar las posibilidades en el colegio, influir en el comportamiento social y en el desarrollo psicológico del niño.
Aunque los síntomas de hiperactividad con la edad disminuyen, muchos de los adolescentes o adultos con esta enfermedad pueden tener dificultades destacadas. El problema principal consiste en las reacciones descuidadas que conllevan al comportamiento impulsivo.
Tales indicadores incluyen:
Si aparece la sospecha que su hijo tiene TDAH, los padres tienen que recurrir al pediatra para diagnosticar la enfermedad.
Los métodos para el tratamiento de TDAH son la terapia conductual y la terapia con medicamentos.
Los estudio muestran que los niños de edad escolar suelen lograr mejores resultados en la terapia conductual que con los medicamentos estimuladores, y los niños de edad preescolar perciben mejor también esta terapia o el tratamiento mixto. Los medicamentos ayudan a facilitar los síntomas de TDAH y ayudan a los pacientes poder participar en las actividades que antes parecían imposibles por causa de mala concentración e impulsividad. En a mayoría de los casos los medicamentos ayudan a mejorar el comportamiento, colaboran en la actividad de aprendizaje, fortalecen la motivación y autoestima.
El tratamiento de los adultos con TDAH suele tener el mismo esquema. La elección del medicamento y de las dosificaciones se realiza de forma individual dependiendo de la presencia de otras enfermedades.
Los medicamentos estimulantes
Para el tratamiento de TDAH en la mayoría de los casos se usan los medicamentos estimuladores que incluyen metilfenidato y las sales de anfetamina. EL medicamento más popular y eficaz es Adderall. La dosis depende de la dificultad de la enfermedad y de la percepción individual del medicamento.
La habilidad de estudiar suele aumentarse tomando las dosis mínimas, pero para el mejoramiento del estado y comportamiento del paciente requiere unasd dosis más altas.
Los efectos secundarios posibles son:
Algunos pacientes que están más sensibles a los efectos estimulantes de los medicamentos se cansan en un periodo más rápido. Por eso es posible la reducción de la dosis o cambiar a otro medicamento si es necesario.
Los medicamentos no estimulantes
Para el tratamiento de TDAH también se usa Atomoxetina, el inhibidor selectivo de la recaptación de a norepinefrina. Es un medicamento eficiente y cómodo de tomar. Sin embargo, es posible la aparición de algunos efectos secundarios como nauseas, efecto sedante, irritación, ataques de ira y a veces puede aparecer el daño tóxico del hígado y los pensamientos suicidas.
Algunos medicamentos antidepresivos como Bupriona, clonidina, guanfacina y otros medicamentos psicoactivos a veces también se usan para el tratamiento de TDAH en caso de poca eficiencia de los estimuladores o aparición de los efectos secundarios. Pero cabe señalar que los antidepresivos no son tan eficientes como los estimuladores, por eso no se aconsejan como tratamiento de primera linea. A veces estos medicamentos se usan en combinación con los estimuladores para alcanzar el efecto sinérgico, pero es muy importante estar bajo un control médico permanente durante la terapia.